Nazraeli Press publica habitualmente los libros de de Michael Kenna. Especial éxito tuvo el dedicado a Japón. Transmite bien la relación entre la foto y el espíritu oriental: la forma en la que deja fluir el agua mientras los elementos estáticos permaneces impasibles resulta muy atractiva.
En uno de sus últimos libros titulado Huangshan, Kenna ha
retratado los “montes amarillos”, una cadena de picos en la provincia de Anhui
en China. No sé si por el nombre o por imitación del estilo pictórico, las
fotografías tienen una tonalidad crema
que las vuelve artificiosas. La pintura clásica china se basa en el no-pintar.
2/3 de una buena tinta debe estar vacía y al mismo tiempo dar la sensación de
ser completa. En este libro, muchas de las fotos de de Kenna parecen seguir este
patrón pero el color -una especie de envejecimiento impostado- arruina el intento.
Para ese viaje entre pintura y fotografía, prefiero las
alforjas de Dong Hong Oai. Resultan, al menos en apariencia, más nobles, más gráciles, aunque me temo que menos asequibles
No hay comentarios:
Publicar un comentario