20/4/14

Ida y vuelta a Suecia

Estimado Sr. Ayacam:

Leo en diagonal las coplas a la muerte de García Márquez con esos "se nos fue", "nos queda su obra", "nace un mito", "yo estuve con él y me acuerdo de esto y de lo otro". Qué pesadilla. Sin embargo, he encontrado consuelo en un relato del joven Vicent Leconte en Le nouvel Observateur que, aunque recoge un hecho muy conocido, está bien narrado y devuelve la frescura al personaje. Se trata, claro, del puñetazo que le arreó Vargas Llosa en las escaleras del palacio de Bellas Artes de México D.F.

Si me acuerdo de usted, es porque en este asunto el chisme alcanza proporción literaria; no solo por los protagonistas. sino porque, como sabe, nunca divulgaron el verdadero motivo del derechazo y la historia está esperando a que alguien la escriba.

Que García Márquez se hiciera retratar después con el ojo a la funerala resulta también muy elegante: un relato zanjado por su parte, sin palabras y a la vez sin renuncia. Le hace aparecer como el vencedor moral. 

En fin, ya ve, me gustaría decir como la mujer de Vargas Llosa cuando este volvió a casa. En francés suena bien: «Moi non plus je n’ai pas perdu mon temps» pero me temo que, en vez de leer a salto de mata tanto Aracataca y cenizas de aquí para allá  más me hubiera valido hincarle el diente a algún artículo de prensa del difunto. Andan por ahí en dos tomos. ¿Cómo era aquello? Antes me dejo cortar un brazo que publicar una obra en dos volúmenes.

Saludos,

4 comentarios:

  1. Querido señor de Passy:

    Creo que los dos escritores han hecho muy bien en no hablar en todos estos años de los motivos de su ruptura. Si como parece los asuntos personales, más o menos sentimentales y matrimoniales, fueron determinantes, ¿para qué darle más vueltas al molinillo? Lo que está bien para una charla de sobremesa (y usted sabe lo que a mí me gusta sacarlo en ese ámbito, y si aparecen suecas mitológicas mejor), muchas veces, casi siempre, ahí debe quedar y no pasar a los papeles.

    Lo que pudo haber de disputa política entre ellos ya ha sido más y más evidente al correr de los años, aunque ninguno de los dos haya querido tampoco ventilarlo en un enfrentamiento directo, como dos perros rabiosos en una pelea. No hacía falta, el abismo político lo veía cualquiera. Y comparto con usted el elogio a la manera de García Márquez de gestionar el incidente, más elegante (o más astuta) que la del golpeador peruano, al que hablar de la bronca nunca le hubiera beneficiado, ni cuando sucedió ni menos ahora, cuando ha compuesto una figura egregia para la posteridad, una figura cada vez menos viva e incitante. Su última novela, "El héroe discreto", en la que no puede faltar en la cubierta, claro, lo de "Premio Nobel", me llenó de tedio y consternación.

    Por lo demás, es inevitable que la muerte de un célebre traiga a colación pocas perlas (que las ha habido) y bastante basura. Lo que más gracia me ha hecho ha sido la cantidad de testimonios de gente que lo vio un segundo por la calle, o a unos metros en un restaurante, o esperando en un pasillo, o que tuvo el inmenso honor de que fuera a su casa a cenar. No sé, no le veo a todo eso el menor interés.

    Al margen de todo esto, leer a García Márquez sigue mereciendo la pena, vaya que sí. Y su obra periodística, que no está en dos volúmenes sino en cuatro o cinco, tiene páginas soberbias, en las cuales aplica muy bien su talento para los detalles, los maravillosos detalles. En el suplemento de "El País", en el artículo de Joaquín Estefanía, hay un momento en que GM da toda una lección sobre el talento narrativo que debe tener un periodista, frente al de quien sólo se mueve bien en las generalidades, por muy importantes que éstas sean.

    Le envío un saludo con afecto y con renovado afecto, a la manera de lo que contaba Gabriel Zaid

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    1. Anónimo25/4/14

      Desconocía el incidente. Gracias por airearlo. He echado un vistazo a las cubiertas de medio mundo con motivo de la muerte de GGM. Todas previsibles. Con la excepción, quizá, de la de Libération, que hace siempre buenas portadas con los muertos. No sé si se puede pegar aquí. Pero se la enviaré por si tiene a bien publicarla. O para que la conozca, si no la conoce ya. Suyo afftmo. lge

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    2. Mande, mande.

      En Libération trabajará tal vez alguien como el Pereira de Tabucchi.

      Hoy trae el periódico del rombo una fotogalería dedicada a los archivos de la policía de Los Ángeles. Se espera con ansia de coleccionista. su exhibición en la sede Hollywoodiense de Paris Photo a partir de hoy,
      Saludos

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