Estaba avisado: parecerá que Salvador Giner no te dice nada
nuevo. Y casi es cierto. Sin embargo su recorrido a través de las aportaciones
de la sociología a la moral dan una idea de cómo se conforma esta; de cómo lo
que se ha dado en llamar la transversalidad está presente en la creación del
pensamiento. Desde hace ya muchos años la filosofía es incapaz de darnos respuestas tranquilizadoras. Es
lógico: no hay asideros para señalar con una flecha de color fosforescente. Por
eso tiene tanto interés ver qué han dicho en los últimos tiempos personalidades
como Simmel, Weber, Norbert Elias, Arednt y otros muchos a los que Giner dedica
capítulos claros y bien engarzados.
Hay un cambio de registro a partir del número 10, dedicado a
la sociedad civil. El abuso de la expresión -mucho más antigua de lo que pudiera
parecer- hacía necesario revisar el concepto y sus particularidades mostrando a
la vez sus aspectos negativos. Resulta difícil, por ejemplo, oponer la idea de
sociedad civil a la política, cuando esta subvenciona a aquella.
Capítulos dedicados a los acontecimientos del 15M o los
desastres producidos por los aviones no tripulados dan la impresión de estar
escritos con la premura de lo noticiable.
El País publicó hace un días una entrevista con el autor. En los comentarios de los lectores puede apreciarse la inquina con que se manifiestan los miembros de gremios distintos
al del autor.
Hablando de Simmel, un párrafo del libro que, a puro de
intemporal, resulta de una vigencia aplastante:
“La posesión
inviolable del dinero –verbigracia en una cuenta corriente bancaria- en una
sociedad en la que no hay otros lazos entre nosotros que la de
compartir ciudadanía es, aunque no seamos ricos, garantía de libertad. En ella la inviolabilidad de la propiedad dineraria precede y causa la
inviolabilidad jurídica de la persona como ciudadano, y no al revés. (Contra lo
que pudieran pensar aquellos para los que las garantías constitucionales de las democracias liberales son
históricamente la causa de nuestra
independencia económica). Esta opinión, viniendo como viene de uno de los más
agudos observadores de qué es y significa la pobreza para el hombre –qué es el
pobre, no solo el ser pobre o padecer penuria-, reclama nuestra atención”.
El origen de la Moral
Salvador Giner Ed. Península
yo de lo que estoy cansado, y paso, es de los "escritores, "intelectuales, que siguen viviendo de las "miserias.
ResponderEliminarlector.