8/1/09

Junio



En taxi. De vuelta a casa por el boulevard Raspail. Una floristería abierta en domingo. Es mediodía y París tiene hoy un cielo que no le corresponde. Es verdad que siempre es liviano; incluso podría dudarse de que el aire respirado sea suficiente para el correcto funcionamiento del cuerpo. Sin embargo, este azul de hoy, delante del que se recortan las escasas hojas de los plátanos, parece más eficaz. El cobalto vuelve al norte.

1 comentario:

  1. Anónimo8/1/09

    En autobús hacia Trocadero. Domingo por la mañana. El aire es desde luego azul y gélido y las calles están casi vacías. Al pasar, en un kiosko me sonríe la cara aburrida (las caras también engañan) de Roland Barthes. El bus va muy rápido, deslizándose sin ruido sobre el pavimento. Sobre el cristal, un momento, se reflejan las escasas hojas de los platanos. Tal vez haya visto esta misma imagen antes, en un cuadro de Passy. Bajamos del autobus y allí enfrente, velada por una ligera bruma, hay una torre: la baratija que decenas de negritos venden a los turistas. La antracita vuelve al norte.

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