26/12/07

La ascensión al Mount Ventoux.

(El regreso)
"...Entre estos movimientos oscilantes de mi pecho, sin que sintiera lo pedregoso del camino, torné a aquél rústico hostal del que había partido antes del amanecer en lo profundo de la noche; la luna llena se ofrecía a modo de grata bienvenida a los caminantes. Así pues, entretanto, mientras los criados se afanaban en preparar la cena, me marché yo solo a un rincón de la casa, con el fin de escribirte deprisa y a deshora esta carta, para evitar que, si la aplazaba, con el cambio de lugar se transformaran quizá también los sentimientos, apagándose mi deseo de escribirte. Así, ve, mi querido padre, cómo no quiero ocultar a tus ojos nada en mí, pues desvelo escrupulosamente no sólo mi vida entera, sino también cada uno de mis pensamientos; reza, te lo ruego, por ellos, para que errabundos e inestables como han sido durante un largo tiempo, encuentren alguna vez reposo y, habiendo oscilado inútilmente de aquí para allá, se dirijan al único bien, verdadero, cierto e inmutable. Vale."
Petrarca
Y quién no.

1 comentario:

  1. Anónimo11/1/08

    .
    contemplo con asombro las cosas que nos unen, passy. Este texto de Petrarca, que conocí cuando me contaron eso de que 'paisaje' es cuando un hombre lo está contemplando y 'paraje' es cuando no hay nadie que lo mire, y que se considera la primera experiencia escrita del disfrute de la naturaleza por el mero placer de hacerlo también anda, en alguna parte de mi blog, en alguna parte de mi memoria...
    .

    ResponderEliminar