26/12/07

Excepciones

Finalmente, sr. Vidal, he decidido anotar esto que le dije el otro día, aunque sólo sea para no olvidarlo. ¿Qué tipo de hombre hace esto? ¿Hasta este punto llegó su desazón tras el incidente?

Saludos




La noticia.
Diario Levante. (Vía Menéame.)

M. V., Valencia «¿Acaso te han dado el carné de conducir en una tómbola ». Esas frases, que los automovilistas de una gran ciudad pueden cruzar diariamente una infinidad de veces, han llegado a lo más hondo del alma a un hombre que, tras ser objeto ayer de esas increpaciones, decidió, ni corto ni perezoso, gastarse el dinero poner un anuncio en el periódico «para disculparme» ante la otra conductora y «decirle que no fue mi intención molestarla». Jaime, así se llama el hombre -prefiere mantener su anonimato-, llegó ayer a este periódico con un texto en la mano: «Pido disculpas, que ayer día 27, sin intención de molestar, en el Parterre, obstaculicé a una mujer y a su madre, con un Seat Ibiza». El anuncio ha sido publicado hoy en la página 16 de este diario. «No sé si ella lo verá, pero yo me quedo más tranquilo», dice. Junto al Parterre La historia comenzó pasado el mediodía de ayer en la plaza Alfonso el Magnánimo, cuando Jaime, de 42 años y con carné desde hace un cuarto de siglo, circulaba en su Opel Corsa y se disponía a entrar en la calle Paz. «Acababa de rodear el Parterre y estaba parado en el semáforo que hay en la calle General Tovar, ya para entrar a la Paz», describe. Él se encontraba detenido en el carril derecho y a su izquierda «había un Seat Ibiza con una chica muy joven al volante y, de copiloto, una señora mayor», añade. Al abrirse el semáforo, «me metí un poco en su carril porque yo tenía que entrar por la izquierda de la calle Paz y le cerré el paso con mi coche», relata. Ya casi en la plaza de la Reina, ambos vehículos volvieron a detenerse en un semáforo y la joven « bajó la ventanilla» y le recriminó su comportamiento. «Me llamó macho, me preguntó si me habían dado el carné en una tómbola y me gritó que delante de la policía seguro que no hacía lo mismo», recuerda dolido Jaime, quien, «en vez de pedirle perdón de alguna forma», sólo sonrió.
Durante el resto de la tarde, el hombre siguió dándole vueltas al incidente hasta que «se me ocurrió poner un anuncio en el periódico para disculparme». Su sorprendente actitud y su gran conciencia a él no le parecen tal. «¿Caballero No, no lo creo - se justifica- . Es sólo que ella era muy joven y que iba con una señora mayor... que yo ni siquiera supe disculparme y que me sentía muy mal... Sólo quiero excusarme, nada más. ¿Tan raro es ?».



p.d. Es muy posible que G.G. crea que tal forma de actuar cuadra con la del editor de este blog.



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