12/10/05

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En las reproducciones fotográficas del éxtasis de santa Teresa, suelen pasarse por alto con frecuencia los palcos laterales del grupo escultórico. Tal vez porque, abriendo el ángulo, se pierda la expresión de la santa o tal vez porque se entienda su construcción como un mero recurso estilístico. Sin embargo es este recurso el que nos interesa, esa invasión del espacio más íntimo de la santa que a punto de se atravesada por la flecha de un ángel entra en un éxtasis que debiera estar vedado a los ojos de los demás.

El éxtasis cristiano, es a diferencia del de otras religiones, fundamentalmente privado. Puede luego ser narrado pero no debería ser objeto de la curiosidad ajena. De hecho los asistentes a la representación no muestran el arrobo propio del momento sino que parecen comentar entre ellos el milagro que se les muestra. El gran teatro del mundo. El teatro no es nada sin espectador, sin palco ni platea. Bernini lo sabe. Lo sabe Hopper que se representa a sí mismo y a su esposa en el proscenio dando un último adiós a la vida. Lo sabe Degas que no puede prescindir de los laterales y de las luces contrapicadas. Lo que sucede y lo que se ve. Hacer-representar para ser visto; saltar por los aires la admonición: lo que haga tu mano derecha…

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