8/12/12

Un tigre llorando junto al puente Bir Hakeim


















De nuevo camino de Passy. Una mirada hacia atrás después de cruzar Bir Hakeim, el puente menos chic de París, ahora además, en obras. El metro circula sobre las cabezas de los escasos peatones que pasean en domingo o que se acercan a la estación donde empezó todo esto. Justo debajo, en el 18 de la avenida del Presidente Kennedy, en el restaurante Aux trois Nagas sirven un delicioso “tigre qui pleure”. No es el mejor de los sitios, caro y mal decorado, sus ventanales, dan sin embargo a las escaleras del puente y a sus muros almohadillados. La cena –si no se toman precauciones- puede convertirse en un dulcísimo ejercicio de melancolía.

Más Bir Hakeim, más y más. Aún te diré algo más, porque no hay otro lugar como este.

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