Moholy-Nagi |
La fundación Henry Buhl ha subastado esta excepcional colección de fotografías que tienen como tema común la mano. La fundación tiene
un doble objetivo: mantener y exhibir la colección y mejorar la vida de
las personas en las comunidades locales a través de programas y servicios para
adultos sin hogar, estudiantes desfavorecidos y aspirantes a artistas. Bueno,
es una mezcla curiosa. La red está llena de artículos contradictorios acerca de
este hombre dedicado a los negocios en la bolsa, el coleccionismo, la
filantropía y los reportajes de boda: tal cual.
La venta me ha recordado un texto de otro Henry, Henry Focillon:
Elogio de la mano del que hay una reseña en este blog. Creo que la relación entre letras e imágenes
resulta aquí adecuada con independencia de sus orígenes.
"Ciertos ciegos -dice Focillon- adquieren a la larga tal finura de tacto que
son capaces de discernir, tocándolas, las figuras de un juego de naipes,
por el espesor infinitesimal de la imagen. Pero los videntes también
necesitan sus manos para ver, para completar con el tacto y la posesión la
percepción de las apariencias. Tienen su aptitud inscrita en su perfil y
en su dibujo: manos finas expertas en el análisis, dedos largos y móviles del
pensador, manos proféticas impregnadas de fluidos, manos espirituales, cuya
inacción posee gracia y carácter, manos tiernas. La fisiognomía, antaño
practicada asiduamente por los maestros, se hubiera perfeccionado si se hubiera
enriquecido con un capítulo sobre las manos. El rostro humano es, sobre todo,
un compuesto de órganos receptores. La mano es acción: coge, crea y, a veces,
diríase que piensa. En reposo, no son utensilio sin alma, abandonado encima de
una mesa o colgando a lo largo del cuerpo: la costumbre, el instinto y la
voluntad de la acción meditan en ellas, y no hace falta un raciocinio muy
prolongado para adivinar el gesto que van a hacer".
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