11/4/13

Prayers in an american church




















Este es un librito de Robert Adams que se vende ahora mientras su obra se expone en el MNCARS.  Además del catálogo de la exposición, esta pequeñez habla del hombre que ha recorrido un camino y de su libertad para decir lo que quiere. Tal vez siempre fue libre o tal vez se vio empujado por la inercia a retratar determinadas situaciones: la deforestación, el problema nuclear. No lo sé. Me parece que no importa. Desde aquellos chalés cuya construcción comenzó a invadir las praderas del Oeste americano, Adams siguió fotografiando con un estilo neutro en apariencia. Solo en apariencia, porque, precisamente por su sencillez, sus fotos resultan reconocibles. Todo es claro; nada se oscurece para que resulte dramático. Si una ladera ha sido salvajemente talada, el espectador verá los tocones y tal vez las ramas que ya no sirven, esparcidas por el monte. Si un grupo de casas están construida en el lugar equivocado, el punto de vista no forzará el error. Eso es todo: tamaños pequeños, imágenes tratadas sin patetismo y siempre, detrás de todo, palpitando, la vida.

2 comentarios: