Querido J:
Veo que El Centro Huarte se ha declarado
"espacio foto-amigable"
Hace unos años me quejaba en estas páginas
electrónicas de lo triste que resulta andar por los museos sin tomar una triste
foto de lo que a uno le interesa. Es cierto que, a veces, podemos ser pesados y que hay quien ni siquiera se molesta en deshabilitar el flash de una
compacta; todo es cuestión de educación.
Recuerdo a una vigilante en el Prado persiguiéndome como
un perro de presa por donde los Velázquez, unos días antes de
que decenas de fotógrafos inmortalizaran la entrega del premio
nacional de artes plásticas delante de Las Meninas. La cantidad de luz que
recibió el cuadro en diez minutos podría haberse medido en megatones.
Muchos museos permiten ya tomar imágenes y estoy seguro de que esa práctica no hace que
desciendan las ventas en sus tiendas ni que se resientan los derechos de autor
de quienes exponen.
La persecución en el Prado y la iniciativa de un exbloguero de pro, me animaron a preparar un pegatina que se quedó en
puro proyecto.
Saludos y larga vida a la foto en los museos,
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