14/11/12

Yaizzika en el hotel Zeus














Una persona que se hace llamar Lucasás ha escrito esto en una página de contratación de hoteles: 

“Vergonzoso. Hemos estado en el hotel el 28 de setiembre de 2012; el WC no desagotaba, las habitaciones no tienen nada que ver con las fotos que promocionan en internet; las habitaciones estaban sucias y los baños olían muy mal! la relación calidad precio un desastre! No lo recomiendo!”

Yaizzika dice lo siguiente:

"Acabo de volver de un viaje de estudios a merida. La primera impresion fue de club de carretera ya que las letras conducen a eso. La terraza tenia buena pinta pero no pudimos acceder por cese de temporada. Al entrar nos encontramos con una recepcion un poco enana y con varios sofas que parecian comodos. Me dispuse a sentarme mientras se hacia el reparto de llaves.. Craso error ya que faltó poco para herniarme de lo sumamente duro que estaba. Para llegar al ascensor tuvimos que subir y bajar unas escaleras con todos los baltulos. Al final tuve que subir por las escaleras ya que el ascensor era claustrofobico. Al llegar a la habitacion y entrar la sensacion fue un poco pesima: nos encontramos un baño con alcachofa pegada y sin pestillo dos camas que parecian de la abuela de cuentame y una supletoria pocha y enclenque. Tambien habia una tele de los años del franquismo y una terraza a la cual tengo que alavar. La primera comida fue la cena..No estuvo mal.. Pero el deaayuno.. Un horno para cincuenta personas y una sola camarera,muy maja porcierto, sirviendo leche ya que no habia para que te sirvieras tu mismo. Tansolo habia tostadas y algo de bolleria si conseguias pillarla.. Ademas yo creo que la diferencia entre comprar sobres de colacao a comprar un bote no son tan extremas para que tengamos que estar todos metiendo las cucharas hay. La limpieza de la habitacion estubo bien pero tubimos que comprar flin para las arañas que habia en el techo. En cuantobal servicio limpiadoras y camareros muy majos pero dueño de hotel y recepcionista algo bordes. Por asi decirlo, instalaciones algo anticuadas y menus sin margen, ya que si no te gustaba la comida no podias acceder a otra cosa y abusaban un poco de las patatas fritas creando un estreñimieto impropio de mi edad. Es un hotel para pasar una noche”.

Y así sucesivamente. Estas páginas dedicadas a la opinión del huésped ayudan mucho a la hora de elegir hotel y sin embargo puede pasar que, por comentarios como los de arriba, deje uno de visitar la recepción del hotel Zeus. Tanta guía de alojamiento con encanto y tanta opinión quejica van acabar con la sorpresa del viaje. En el hotel Zeus se duerme como en Esparta por 54 € y se desayuna como en casa: café y un trozo de pan; con un poco de sudor del camarero que se azora en cuanto hay más de 4 clientes en el bar.

Quien se registre en la recepción del Zeus disfrutará doblemente del teatro o el circo romano porque la suma de experiencias son una lección de arquitectura que no puede estudiarse en ningún manual.

Una nota más: este final de Yaizzika: “y abusaban un poco de las patatas fritas creando un estreñimieto impropio de mi edad.” No son los mejores tiempos para hablar de la queja. Sin embargo en la mención a las patatas fritas está el resultado de ese paso gigante de zombi que ha dado la humanidad: de ciudadano a consumidor. La culpa del desarreglo intestinal de Yakizza está en el consumo, no en la abstinencia y su queja se dirige inmediatamente a quien sirve las patatas. La responsabilidad personal queda así eliminada, de manera que será siempre otro quien deba rendir cuentas de la obstrucción. 

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