27/8/12

Sally Mann en el Fotografiska


Se puede decir que el erotismo se vende relativamente bien en la fotografía. Con la excusa de la antigüedad, de la fama de la modelo o del autor, hay un comercio constante de copias a lo largo de toda la temporada. Cada cual es libre de pensar por qué motivo; el caso es que se rematan hasta los lotes de peor calidad.  

Desde hace años el precio de las fotografías de Sally Mann está subiendo, especialmente las de su serie Immediate Family, tomadas entre los años 1984 y 1994. Los protagonistas son sus tres hijos y aunque no hay nada de indecente en su contemplación, recuerdan a aquella triste parodia artística de Richard Hamilton. Son, desde luego, otra cosa pero parecen dirigidas a ciertos instintos que en la actualidad rozan el ámbito del código penal. Por otra parte, el hecho de que algunas asociaciones conservadoras norteamericanas  protestaran en su día con motivo de su exposición, me hace pensar que no deben ser tan indecentes. 

He podido ver una completa retrospectiva de Sally Mann en el Fotografiska y la experiencia ha resultado muy dolorosa. El conjunto es demoledor, completamente distinto al que presenta la artista en su página web o a lo que puede presuponerse en este video (3 partes). Quizás la desnudez de los niños sea el menor de los problemas. Es cierto que retrata solo lo que está a su alrededor: la familia, el bosque, la enfermedad de sus esposo, los caballos, el sacrificio de un perro desahuciado. Solo eso, pero nada más. Solo eso con un aura de placas enormes y viñeteados románticos que o bien añaden la facilidad de regodearse en el dolor o producen un rechazo absoluto a esta forma de entender la representación de la vida.

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