15/7/12

Zweig en el café Gluck



La relación profesional con los libros da muchas veces figuras curiosas cuando no extraordinarias. Los libreros por ejemplo, forman un variado elenco de caracteres: desde el apasionado lector  que devora las novedades antes de colocarlas en las mesas de su tienda, a quien olvidó, ya hace mucho, cualquier vínculo que no fuera el mercantil con los delicados volúmenes que expone en sus estantes. Por eso, las librerías encierran más placeres que la próxima lectura o el descubrimiento de un ejemplar que no sabíamos que buscábamos.

En Mendel el de los libros, Stefan Zwieig cuenta la historia del librero que, sin conocer el contenido de lo que pasa por sus manos, sabe exactamente qué necesita quien le consulta. En apenas 60 páginas y con la delicadeza que mueve todas sus reflexiones, Zwieg se las arregla para explicar en qué puede consistir la pasión por los libros, incluso  dejando a un lado de la lectura. Y al mismo tiempo, como en otra ocasiones, Zwieg explica la Europa que le tocó vivir; las miserias del vasto territorio que antes pudo cruzarse sin que nadie molestara al viajero, como  cuenta en  El mundo de ayer, y ahora exige documentación incluso para vender libros.

 
Mendel el de los libros Ed. El acantilado
Stefan Zweig

2 comentarios:

  1. La relación con los libros (las palabras en definitiva) siempre es mágica. La relación con los libreros a veces también. Aprovecho para felicitarte por tu trabajo después de tener el inmenso placer de haberte encontrado en tus diferentes blogs. Fíjate bien en la foto de mi perfil porque curiosamente la foto de la que te hablé es esa misma (pero sin cortar claro). Te envío la foto original y entera por mail tal como te dije.
    Me encantan tus pinturas.
    Idoia

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    1. El perfil gana mucho con el recorte. Gracias por la foto entera y hasta...

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