A tal avenida, tal miseria. Algo más al Este, un desvalido, negro, delgado y altísimo se calienta erguido frente a las rejillas de ventilación del Petit Palais. Otro,abre su saco de dormir contra la corriente de aire y lo hincha como un zeppelín de juguete volando a baja altura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario