5/1/11

Distancia (y III)



Un “murmur” de anotaciones diarias acerca de la ornitología doméstica es, en el fondo, lo que podría emparentar el libro de Juan Gracia Armendáriz con estas entradas tan irregulares.

Los pájaros son un marcador de estaciones y de estados sentimentales. Sus idas y venidas o sus migraciones tienen siempre un reflejo sentimental en quien los contempla. La pelea de dos lavanderas sobre la hierba o la muerte de un martín pescador contra el cristal de una ventana son acontecimientos dignos de ser contados. Tal vez porque vuelan y por nuestra imposibilidad de hacerlo.

Por lo demás El diario del hombre pálido es la historia de quien, como tantos otros, se enfrenta a la enfermedad. La ventaja de Juan Gracia Armendáriz es que puede contarlo. Y no de cualquier manera. Hay en su libro algunas imágenes excepcionales y sobre todo hay un intenso deseo de vivir.

Me gustan los diarios pesimistas, los de “el hombre solo” y sin embargo la explícita defensa de la vida de este hombre pálido me ha llenado alegría. Hay, es verdad, un gusto un po amaro consustancial a la mayor de las incertidumbres pero hay sobre todo deseo de vivir contado sin aspavientos ni trucos publicitarios. Un libro para recomendar.

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