(c) Carlos Cánovas
Estaba leyendo “sobre algunos motivos en Baudelaire” cuando Carlos Cánovas inauguró exposición en Armendia. Enseguida se establece una relación. Benjamin hace un repaso exhaustivo sobre las ciudades de finales del XIX descrito por escritores y pintores de la época: masas de hombres autómatas que circulan por la calle sin rumbo y casi sin luz en un panorama desolado y que Baudelarie hace desembocar en la feliz figura del flâneur. Feliz, claro, para quien puede permitirse un poquito de Spleen mientras describe así Londres:
“Una ciudad como Londres, donde se puede caminar horas enteras sin llegar siquiera al comienzo de un fin, tiene algo de desconcertante.
Y sin embargo se adelantan unos a otros apuradamente, como si no tuvieran nada en común, nada que hacer entre ellos; sin embargo, la única convención que los une, tácita, es la de que cada cual mantenga la derecha al marchar por la calle, a fin de que las dos corrientes de multitud, que marchan en direcciones opuestas, no se choquen entre sí; sin embargo, a ninguno se le ocurre dignarse dirigir a los otros aunque sólo sea una mirada. La indiferencia brutal, el encierro indiferente de cada cual en sus propios intereses privados, resulta tanto más repugnante y ofensivo cuanto mayor es el número de individuos que se aglomeran en un breve espacio.”
Veo las fotografías de Cánovas y la memoria va hacia atrás en un recorrido de esta lista de fotógrafos anti-flâneurs y que, ya que estamos, podríamos calificar como plenairistes. Se quejan algunos de la luz cadavérica de las imágenes contemporáneas, las del subsuelo que, al menos a mí, me es tan querida, y olvidan esos mismos a tantos artistas que, trípode al hombro, llevan cincuenta años retratando la ciudad y sus alrededores a plena luz del día y sí, a la caída del sol o en noche cerrada. ¿Tendrá esto algo de malo? El descubrimiento de la luz eléctrica no ha hecho que los atardeceres dean de peor calidad.
inquietante, ese cuadro y desazón me produjeron los de su jardín que vi hace años en la exposición de la fundación March "Monet en Giverny". Me encantan.
ResponderEliminarHombre Passy, Cizur ciudad dormitorio?...
ResponderEliminarNo sé qué pasa con Cánovas, parece que con la temática y el momento elegidos para las tomas vaya a resultar triste, o melancólico al menos, y ves esas fotos y es todo lo contrario, son imágenes que a mi me llenan de paz por su belleza, pero también de alegría, será por la calidad/calidez de las mismas y la cercanía con el autor...
ResponderEliminarM.P.