Querido Peri:
Sigo fustigándome con Fumaroli. Las ochenta primeras páginas de París – Nueva York–París parecen escritas por un negro o traducidas por otro. Estarían bien como introducción a la idea comparada del ocio si no fuera por la dificultad en la sintaxis. (Mira quien habla.) Después, en cuanto abandona el concepto, el viejo catedrático se relaja y las frases adquieren estructura. Hay un breve capítulo que me ha recordado, por el continente, a tus pinturas romanas. Dice Fumaroli acerca de la forma de presentar la pintura moderna:
En tu caso te honra el autoservicio. El aislamiento de la imagen es la misma de la que habla Fumaroli; tal vez a través de una leve y mucho más humilde “diferenciación” o de una marca más decidida de lo habitual en la ventana que forma el marco mediante el dorado. Las curvas mínimas de los sesenta sustituyen las volutas Luis XV. Una puesta al día que funciona bien.
Sigamos. Leer a aquél de quien se discrepa resulta estimulante.
Saludos,
Sigo fustigándome con Fumaroli. Las ochenta primeras páginas de París – Nueva York–París parecen escritas por un negro o traducidas por otro. Estarían bien como introducción a la idea comparada del ocio si no fuera por la dificultad en la sintaxis. (Mira quien habla.) Después, en cuanto abandona el concepto, el viejo catedrático se relaja y las frases adquieren estructura. Hay un breve capítulo que me ha recordado, por el continente, a tus pinturas romanas. Dice Fumaroli acerca de la forma de presentar la pintura moderna:
"Los marchantes de los impresionistas (y póstumamente de Vincent Van Gogh) fueron los primeros en hacer valer sus paisajes al aire libre rompiendo con lo “relamido” exquisito de los Joseph Vernet o de los Hubert Robert en unos marcos Luis XV que los vinculaban a la familia clásica de los paisajistas del Gran Siglo o el de las Luces, Claudio de Lorena o Valenciennes. Los Ambroise Vollard, Los Daniel Kanhweiler, los Paul Rosenberg hicieron otro tanto por Cézanne, por Picasso, por Braque, por Matisse.”
En tu caso te honra el autoservicio. El aislamiento de la imagen es la misma de la que habla Fumaroli; tal vez a través de una leve y mucho más humilde “diferenciación” o de una marca más decidida de lo habitual en la ventana que forma el marco mediante el dorado. Las curvas mínimas de los sesenta sustituyen las volutas Luis XV. Una puesta al día que funciona bien.
Sigamos. Leer a aquél de quien se discrepa resulta estimulante.
Saludos,
Me has hecho pensar en el asunto. Quizás el hecho de que en mi caso los marcos no quieren "engrandecer" el contenido sino acompañarlo, les salve de ser innecesarios.
ResponderEliminarQue bonito esto de tratar de profundizar en las cosas. Gracias
Peri
Pensar en el asunto... a mí me ha recordado a Bruno Ganz soplando la hoja de pan de oro en El Amigo Americano... R.
ResponderEliminarLo que si has hecho es quitarnos las ganas de atacar el texto de "infumaroli", cualquiera se mete ahora...
ResponderEliminar;-)
M.P.