Por la mañana, desde luego. Alguien duerme, sueña, descansa en el lujo del Palace. La realidad envuelta en plástco, la actualidad, las noticias le esperan para darle un baño de agua fría y sacarle del sueño. La realidad en una cápsula, como una medicina o unas vitaminas para empezar el día. Pero aún hay alguien que está en ayer, que pisó este pasillo, que pasó por aquí tal vez cansado y solo antes de entrar en la intimidad de lo privado: algo tan simple como preguntarle al televisor qué ha hecho mi equipo favorito esta tarde. Y ese timbre, ese ombligo conectado, preparado para que alguien llegue, llame y diga, buenos días, señor, he aquí su zumo natural y sus fruskies friskies con leche de soja. Ese timbre que anuncia una mano enguantada, sigilosa..., en ese timbre la mitad del cuadro, de la vida. Le ha quedado a usted niquelado, don Passy. Enhorabuena. vidal
Pensé, por error, que te referías al Du Palais. Una cosa que me gustaría hacer antes de morirme en pasar una noche allí, imagen infantil del lujo que llevo en mi retina. Biarritz, hôtel du Palais.
O tempora. Recuerdo los campamentos en los que le journal de marras nos entregaba medallas después del cursillo de natación.
No consigo ver el precio de una habitación en el Du Palais pero seguro que hay alguna oferta fuera de temporada así que ese "no quisiera morierme sin..." deberías sustituirlo por "He estado unos dias alojado en..." Me cuentas y si es caso me voy con los pinceles.
425 euros (franceses) la habitación doble en temporada media (mejor ir en primavera, aunque Biarritz también tiene un cierto encanto en invierno).
En fin, tendrá que pasar mucho para hacer lo de 'he estado unos días alojado en...'. Pero tu prepara los pinceles, oye.
Esto me recuerda a la primera noche que pasé en un hotel, de bastate lujo. Fue en el año 84, y yo tenía 5 años y fui con mis padres y hermano, obviamente. En Biarritz, precisamente, en el cercano Miramar. Era para mí una experiencia tan excitante, que dormir me parecía cosa como de pecado. Así que estuve retardando ese momento lo máximo posible.
Desde luego, señor de Passy, su acuarela parece formidable. Me uno sin reserva ninguna al grupo de los entusiastas, encabezado por el señor Vidal. De paso, y aunque tarde, quiero decir que la historia que contaba el mismo señor Vidal sobre ¿la primera película de Hitchcock? me pareció cautivadora. ¿Es una invención a la manera borgiana la de esta película de tan jabarro título? ¿Es cierta? No sé, me quedé sumido en la duda ante el relato de sus pesquisas. En todo caso, me lo pasé muy bien leyéndolo.
Respecto a lo que pregunta el señor Náugrafo, pues no sé qué decirle. No escribo por pereza, y por falta de tiempo, y también porque no me siento lo suficientemente libre para escribir (o para publicar) lo que quisiera en el blog, al menos por ahora. En todo caso, nadie se pierde grandes cosas, o sea que tranquilidad.
Estimado editor: El relato del sr. Vidal tiene un origen tan interesante que reservo al autor una explicación si oportuno lo estimare.
Ya verá usted que el personal le echa de menos. Permítame decirle que va siendo hora de que reabra El ángulo -si todavía guarda clave y contraseña- y nos ilumine con sus certeras columnas.
Yo también echo de menos El ángulo, pero comprendo que, si el señor Ayacam no se siente lo suficientemente libre como para escribir lo que quisiera, prefiera no volver a él. El descubrimiento de What's up, la primera película de Hitchcock, fue el resultado de una conjunción planetaria: la fotografía del señor Passy titulada "Tudela" y la página 416 de Ana Karenina (Austral). vidal
Por la mañana, desde luego. Alguien duerme, sueña, descansa en el lujo del Palace. La realidad envuelta en plástco, la actualidad, las noticias le esperan para darle un baño de agua fría y sacarle del sueño. La realidad en una cápsula, como una medicina o unas vitaminas para empezar el día. Pero aún hay alguien que está en ayer, que pisó este pasillo, que pasó por aquí tal vez cansado y solo antes de entrar en la intimidad de lo privado: algo tan simple como preguntarle al televisor qué ha hecho mi equipo favorito esta tarde. Y ese timbre, ese ombligo conectado, preparado para que alguien llegue, llame y diga, buenos días, señor, he aquí su zumo natural y sus fruskies friskies con leche de soja. Ese timbre que anuncia una mano enguantada, sigilosa..., en ese timbre la mitad del cuadro, de la vida.
ResponderEliminarLe ha quedado a usted niquelado, don Passy. Enhorabuena.
vidal
Es uns imagen evocadora e inteligente. Me sumo al entusiasmo de Vidal.
ResponderEliminarperi
Me deje el periódico
ResponderEliminarCreo que lo tengo en casa. Con el plástico. Saludos,
ResponderEliminarPensé, por error, que te referías al Du Palais. Una cosa que me gustaría hacer antes de morirme en pasar una noche allí, imagen infantil del lujo que llevo en mi retina. Biarritz, hôtel du Palais.
ResponderEliminarOfftopic: sabes por qué R. Pita ya no publica en su elangulo? Una pena. Podría preguntarselo a él, pero no sé, lo hago aqúi.
ResponderEliminarSaludos.
Tal en el Du Palais cuelguen del pomo el Sud-Ouest si aún se publica.
ResponderEliminarEspacio para la contestación de R. Pita (_____)
Es muy -adjetivo laudatorio- ese cuadro. Ya sabes, el reto ahora es con el Sud-Ouest (que se sigue publicando) y en el Du Palais.
ResponderEliminarO tempora. Recuerdo los campamentos en los que le journal de marras nos entregaba medallas después del cursillo de natación.
ResponderEliminarNo consigo ver el precio de una habitación en el Du Palais pero seguro que hay alguna oferta fuera de temporada así que ese "no quisiera morierme sin..." deberías sustituirlo por "He estado unos dias alojado en..." Me cuentas y si es caso me voy con los pinceles.
425 euros (franceses) la habitación doble en temporada media (mejor ir en primavera, aunque Biarritz también tiene un cierto encanto en invierno).
ResponderEliminarEn fin, tendrá que pasar mucho para hacer lo de 'he estado unos días alojado en...'. Pero tu prepara los pinceles, oye.
Esto me recuerda a la primera noche que pasé en un hotel, de bastate lujo. Fue en el año 84, y yo tenía 5 años y fui con mis padres y hermano, obviamente. En Biarritz, precisamente, en el cercano Miramar. Era para mí una experiencia tan excitante, que dormir me parecía cosa como de pecado. Así que estuve retardando ese momento lo máximo posible.
http://www.hotel-du-palais.com/tarifs.html
ResponderEliminarDesde luego, señor de Passy, su acuarela parece formidable. Me uno sin reserva ninguna al grupo de los entusiastas, encabezado por el señor Vidal. De paso, y aunque tarde, quiero decir que la historia que contaba el mismo señor Vidal sobre ¿la primera película de Hitchcock? me pareció cautivadora. ¿Es una invención a la manera borgiana la de esta película de tan jabarro título? ¿Es cierta? No sé, me quedé sumido en la duda ante el relato de sus pesquisas. En todo caso, me lo pasé muy bien leyéndolo.
ResponderEliminarRespecto a lo que pregunta el señor Náugrafo, pues no sé qué decirle. No escribo por pereza, y por falta de tiempo, y también porque no me siento lo suficientemente libre para escribir (o para publicar) lo que quisiera en el blog, al menos por ahora. En todo caso, nadie se pierde grandes cosas, o sea que tranquilidad.
Al menos veo, ayacam, que sigues al pie del cañón como lector. Saludos intensos.
ResponderEliminarEstimado editor:
ResponderEliminarEl relato del sr. Vidal tiene un origen tan interesante que reservo al autor una explicación si oportuno lo estimare.
Ya verá usted que el personal le echa de menos. Permítame decirle que va siendo hora de que reabra El ángulo -si todavía guarda clave y contraseña- y nos ilumine con sus certeras columnas.
Un afectuoso saludo,
Yo también echo de menos El ángulo, pero comprendo que, si el señor Ayacam no se siente lo suficientemente libre como para escribir lo que quisiera, prefiera no volver a él.
ResponderEliminarEl descubrimiento de What's up, la primera película de Hitchcock, fue el resultado de una conjunción planetaria: la fotografía del señor Passy titulada "Tudela" y la página 416 de Ana Karenina (Austral).
vidal