Kerouac en la nieve

Ha llamado Antonio. Le pedí un ejemplar de Los Americanos editado por La Fábrica. A falta de pan. La nieve absorbe el sonido. Hay un Volvo solitario en el aparcamiento del campus. No hace un frío insoportable y se puede pasear poniendo algo de atención: la nieve oculta los bordillos. De todas formas la librería es un buen refugio. El texto de Kerouac, breve, descriptivo y retorcido como un encargo.

“... la imagen de una silla en un café con el sol filtrándose de la ventana para envolver la silla en un halo sagrado que nunca pensé que podría ser capturado por una película y mucho menos descrito enteramente con palabras en su hermosura visual.”

Vuelvo a casa, casi campo a través. En las noticias todo es siberiano o polar.