22/4/09

Mateo y los partisanos

Casi previendo un post de Mateo de Paz en el que habla de individualismo y escritura, me di una vuelta por las librerías sevillanas. La vida es un péndulo. De la implicación de las artes con la lucha final pasamos a la reivindicación de la libertad creadora sin ataduras. Me acordé de Mateo en la librería de viejo Los Terceros. (Plaza Los Terceros, número 14. Teléfono 954226052.) Con un fondo bien ordenado, enseguida encontré tres o cuatro cosas de interés: una biografía de Goya de la editorial Crítica, un librito sobre la embajada del Japón en Sevilla para K. Sebastián y una historia de la llegada del arte moderno a las EEUU de Serge Guilbaut. Ésta también es en gran parte la historia de la Partisan Review y de los bandazos ideológicos que en los años anteriores a la II Guerra Mundial dio la intelligentsia norteamericana

En 1938 la revista publica una carta de Trotsky al que habían fichado después del desengaño que produjo el comunismo oficial entre los fieles del otro lado del Atlántico. En uno de los párrafos el disidente dice:

"El arte, como la ciencia, no sólo no busca órdenes, sino que por su misma esencia no las tolera. La creación artística tiene sus leyes –incluso cuando conscientemente sirve a un movimiento social. La creación auténticamente intelectual es incompatible con la mentira, la hipocresía y el inconformismo. El arte puede convertirse en un gran aliado de la revolución solo en tanto que permanezca fiel a sí mismo."


De pie, frente a los anaqueles de librería y después en casa, mientras he ido leyendo De cómo Nueva York robó la idea del arte moderno, tenía presente al escritor de microrrelatos y de ese post radical que me sigue rondando en la cabeza.

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