De hecho no me atrevo a ver la película... Recuerdo que la vida un tanto estúpida, las pasiones un tanto ridículas, la vida un tanto de prestado y el éxito o el fracaso simplemente como acompañamiento a la vida de "suburbio" que componen los personajes me impresionó mucho. Pero, por encima de todo, la sorpresa era que eso había sido contado hacía tanto tiempo por Yates.
En mi enorme ignorancia de la literatura estadounidense había saltado a Yates sin saber que había sido el pionero en retratar esa tediosa y ridícula "América" que posteriormente nos invadió y contagió irremediablemente.
(Por cierto, aquí en su París, la prensa anda entontecida con la pareja de actores de la peli... (la película la han titulado "Les noces rebelles", lo que resulta aún más paradójico)
Ese momento de la literatura universal es ejemplar: Un puñado de escritores retrata a conciencia un país enorme. A base de retazos, de conversaciones, de historias nimias queda al descubierto la cruz del esplendor que nosotros conocíamos. Tal vez el mérito de algunos artistas norteamericanos ha sido el desarrollo de ideas europeas, conservadas allá mucho mejor que a este lado del Atlántico
De hecho no me atrevo a ver la película... Recuerdo que la vida un tanto estúpida, las pasiones un tanto ridículas, la vida un tanto de prestado y el éxito o el fracaso simplemente como acompañamiento a la vida de "suburbio" que componen los personajes me impresionó mucho. Pero, por encima de todo, la sorpresa era que eso había sido contado hacía tanto tiempo por Yates.
ResponderEliminarEn mi enorme ignorancia de la literatura estadounidense había saltado a Yates sin saber que había sido el pionero en retratar esa tediosa y ridícula "América" que posteriormente nos invadió y contagió irremediablemente.
(Por cierto, aquí en su París, la prensa anda entontecida con la pareja de actores de la peli... (la película la han titulado "Les noces rebelles", lo que resulta aún más paradójico)
Ese momento de la literatura universal es ejemplar: Un puñado de escritores retrata a conciencia un país enorme. A base de retazos, de conversaciones, de historias nimias queda al descubierto la cruz del esplendor que nosotros conocíamos. Tal vez el mérito de algunos artistas norteamericanos ha sido el desarrollo de ideas europeas, conservadas allá mucho mejor que a este lado del Atlántico
ResponderEliminar