Queridos amigos:
No creáis que no le doy vueltas. Al contrario. Todo el día. Desde ayer a la tarde. También el anonimato puede tener su fundamento en dos cosas más: el miedo a la palabra escrita y la conciencia de fragilidad social.
Ya hablaremos. O ya me lo haré mirar.
Un saludo para todos,
Me gusta lo de ya hablaremos. Nada de hacérselo mirar o si te cambian el tratamiento, que de ninguna manera sea para ahorrarnos tus descripciones geniales de casi todo.
ResponderEliminarQue nos hacen falta.
El peri
Es verdad lo que dice el peri. No se trata de hacérselo mirar, porque no hay nada que rectificar. En todo caso, lo útil es seguir dándole vueltas. Y seguir disfrutando precisamente con eso, con indagar en los asuntos.
ResponderEliminar"Dejarse" indagar. Eso está bien. Que te metan un poco el dedo en el ojo. Tal vez la sinceridad sea una grosería, pero la amistad obliga a ciertas cosas que casi hemos olvidado. Aunque los límites son extremadamente sensibles, ¿a cambio de qué hemos de prescindir de la opinión del amigo?
ResponderEliminarDesconozco si esa reflexión personal quedó pendiente con otros en una reunión o cena reciente, así como si se refiere a un asunto puntual, pero ya que la entrada la generalizas a tus amigos, me permito animarte a que no faltes ningún día y aprovecho la ocasión para agitarte un poco y pedirte que escribas también algo más sobre tus vivencias y/o reflexiones personales. Ya te lo miramos nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo, Cz
En cualquier caso, París, que no falte.
ResponderEliminarM.P.