3/2/08

1974


Vía

De la Rank Xerox recuerdo la lenta luz verde que, desde muy abajo, subía hacía el original. “No mires nunca a la luz” me habían dicho. Al parecer, hacía daño. Incluso con la tapa bajada, una tapa flexible, como de goma, la luz se colaba por las rendijas, dando a la habitación donde trabajaba un ambiente anticipadamente radiactivo. A veces venía el técnico y sacaba el tambor para limpiarlo. Usaba una enorme gamuza para que no se rayara en absoluto. El tambor era de un diámetro considerable.; tal vez cuarenta o cincuenta centímetros. El técnico lo dejaba reluciente y después de recolocarlo en su eje, hacía unas pruebas -anatema- con la tapa abierta.

5 comentarios:

  1. Anónimo4/2/08

    Ah.. que tiempos aquellos....

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  2. Anónimo4/2/08

    Hubo un tiempo en que me tocó hacer bastantes fotocopias. Y empecé a tener jaquecas. Luego dejé las fotocopias, pero me quedé con el regalo de las jaquecas, que todavía me duran.
    Sí, qué tiempos.

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  3. Anónimo5/2/08

    Pues si miraté que los canceres empiezan así, hay mucha gente con tumores cerebrales de aquellos tiempos, debido a las fotocopiadoras.
    Y a la televisión, que se estaba muchas horas delante y las de tubo eran muy malas.
    Mirate Vidal.

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  4. Anónimo5/2/08

    Oye que sí, que sí....Vidal

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  5. Estimado sr. Vidal:

    Lleva ud. esto de las jaquecas con mucha dignidad. No como otros que acabamos tumbados en cualquier esquina si nos falta la medicación adecuada.

    Reitero mi enhorabuena y le agradeceré que se la transmita también al sr. Muñoz.

    Atentamente,

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