Cuando encontré el registro de mi tocayo entrando, hace casi un siglo, en Nueva York, quise hacerme una idea de las oficinas en las que debió enseñar sus papeles, en las que fue fichado y donde, tantos años después, un grupo de mormones lo sacó a la luz como a todos los emigrantes que pasaron por allí.
Stephen Wilkes se ha dado un paseo por la isla y ha fotografiado los restos de las instalaciones. La foto se llama Elis Island Ghost of Freedom. A veces es mejor no poner títulos a las cosas. La redundancia no suele conducir a nada.
Stephen Wilkes se ha dado un paseo por la isla y ha fotografiado los restos de las instalaciones. La foto se llama Elis Island Ghost of Freedom. A veces es mejor no poner títulos a las cosas. La redundancia no suele conducir a nada.
Vía: photography awards
Una nota anterior. El barco de la travesía
No hay comentarios:
Publicar un comentario