21/12/07

Consultorio




Publio está jugando en una máquina tragaperras. No tiene suerte y abandona. Claudia, que está esperando su turno, comienza a jugar y enseguida gana dinero. Por cada moneda que desliza en la ranura, recibe un buen puñado. El sonido de la tragaperras hace que los clientes se arremolinen alrededor de Claudia. Las ganancias van en aumento, pero en un descuido, cuando Claudia se agacha para retirar el importe acumulado en la bandeja, Antonia introduce una moneda subrepticiamente. El público la abuchea. Todo el mundo sabe que mientras alguien está jugando, debe respetarse su turno. Antonia se retira avergonzada y Claudia vuelve a jugar. Gana de nuevo un par de veces. Sin embargo su racha se quiebra y abandona.

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