Fruto de un intercambio en el que creo que saldré ganando, M.P. está casi a punto de terminar la escultura que me debe hace un tiempo. Él no tuvo muchas opciones y sin embargo se llevó una pieza de su gusto. Luego me dijo qué quería a cambio. Le contesté con otra pregunta: -¿Has leído El nadador?- Dijo que sí.
Bastó con eso.
Ardo en deseos.
MARDITOS PINTORES!!
ResponderEliminarY es que son como son, los pintores, de marditos, que se les ocurre cualquier cosa, da igual lo que sea, en un momento de placidez, de zozobra, de desvarío, o sentados en el trono, en ese que todos tenemos en casa (¿Por qué no te callas? dijo el del trono, el real, manda REAL, seguido de CALLAS al 5757, o el politrono, digo, dijo al amigo, y razón no le faltaba), se les ocurre cualquier cosa, digo, decía, y le dicen a su esposa, amigo, interlocutor, o incluso al rollo de papel de su diestra, le dicen: dice, dile al artista que llevo dentro lo que hemos de pintar, dile.
Y lo pintan, vaya que si lo pintan, y no entienden, ellos, los marditos, que nosotros, los no-pintores, los escultores, (que el mundo está loco, que haces una escultura y te la seleccionan para un concurso de pintura, aunque a otros les va mejor, que locos están los jueces), no entienden, decía hace un rato ya, que a nosotros nos viene musa, también cuando quiere, también en el trono (¿Por qué no te callas, oh! musa?), o en cualquier otra parte, muchas veces azuzada por los sagaces comentarios de avispados amigos (¿has leído el nadador?) y te pones a trabajar, pero aquello que los pintores hacen, que es bajar al sótano, al taller, al estudio, o doquiera que bajen, y se encuentran esperando sus pinceles en ristre, siempre en ristre, siempre inhiestos en sus botes de cristal manchado, y esos graciosos botes de cosas de colores tan simpáticos, que los escultores no entendemos lo que son, peronos gustan, bajan, digo, a su taller, y se ponen al caso, y apenas en unos instantes (24 horas para 10 x 2 metros, el amigo Rauschenberg, creo que se escribe así, no se, tantas consonantes juntas, en fin, a 5 minutos el metro cuadrado), y tienen la obra lista, terminada, de la mano a la boca, pensar, limpiarse el trasero, bajar, pintar, embalar, vender.
Y no así los escultores, nosotros, pobres infelices, que tenemos la musa, decía en el párrafo anterior, detrás de la oreja, y nos ponemos a ello, a trabajar, corta, sierra, lija, pega… y a esperar que seque. Sube a casa, ponte un café, baja, dibuja, empieza otra, esta de fibra de vidrio, que mañana es otro día, y amanece de nuevo, bajas, la obras está seca, le quitas lo aprietos, la lijas, la miras, a quedado bonita, la pintas…. Y a esperar que seque. Y amanece, bajas, la obras está sec, una nueva pasadita d elija, repintar, secar, barniz, secar, vas al cristalero, que quería unos cristales, de que medida majo, de tantoportanto, te llamamos cuando esté, te llaman, ha pasado tiempo, no veas como estamos de trabajo, últimamente ¿últimamente? ¿los últimos 20 años? si siempre estáis igual, oye chaval, ¿por qué no te callas? Y te coges los cristales, que meleponga un plastiquillo de esos que refleja por una lado, de los que pongo siempre, si majo, no te preocupes, lo único… si, ya sé ya, hasta arriba de trabajo esta temporada, que me vas a contar. Irrigaría: y una barra de metal, acero si puedes, con dos soportes de esos de atornillar, joder, pues no sé si nos quedan, te miro, pues no quedan, que raro, te hago el pedido, lo único… si hijo, ya sé ya, una temporadita…
Por cierto, puede que prefieras verla acabada, puede que prefieras una foto de cómo la llevo, veremos que puede más, si la curiosidad malsana de ver los avances o la prudencia del espectador, que entiende que la obra se ve terminada, y no a cachos. Yo cuelgo una foto de cómo la llevo, la obra, digo, y cada cual decida si quiere curiosear o prefiere esperar a verla terminada.
http://www.elcuboblanco.com/obra.jpg
La prudence, toujours la prudence.
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