E.G. niega con la cabeza. Ella sólo busca la pintura en la pintura y lo dice con tal pureza que no queda más remedio que estar de acuerdo. Pintar por pintar, haciendo de los elementos del cuadro meras excusas para avanzar en su construcción. Hablamos después de ver la exposición de Mateo Charris. En broma, le dije que iba a fundar una coordinadora a fin de exigir a Charris que pintara mejor, que no puede desligarse técnica y contenido y que si falla una de las dos cosas, falla todo. Entonces E.G. empezó a hablar de la pintura por la pintura y yo volví a la encrucijada de siempre a ese sendero que se bifurca allá donde te encuentres y que conduce a lugares tan distintos como iguales. Imaginé un paisaje con un poste al que se hallaban clavadas las indicaciones de “ A la pintura 120 km”, “A la ilustración 137 km”.
E.G. se transforma de súbito en I.G. ¿Se trata de una mujer mutante? Una Eduvigis que de pronto torna en Ingrid?
ResponderEliminarYo voto por que se pinte mejor.
ResponderEliminarFaltaría más!
Iluminaciones.