Conexiones: con Vancouver. Un puerto en el que se almacenan contendores. Aún nieva y las rodadas de los coches separan en tiras el paisaje. Uno podría decir ¡Vancouver! ¡Qué bien! Viajar al otro lado del mundo. Pero también podemos preguntarnos si encontraremos un paisaje tan exquisto como este de los contendores y la carretera. Y si topáramos con él ¿tendría esta atmósfera que proporciona un punto de vista levemente picado? ¡Qué va! En Vancouver no encontraríamos nada por el estilo. Esto que vemos lo vemos gracias a alguien que controla el tráfico de una carretera que para él es muy importante y para nosotros el corolario del azar.
Desconexiones: Las desconexiones me recuerdan a la frase de ¿Marisa Medina? cuando fallaban las emisiones de la televisión. En mitad del aviso, o al principio, había un “por causas ajenas a nuestra voluntad” que siempre me hacía sospechar. Yo pensaba: Hombre, no van a cortar un emisión porque les apetece. O sí. Desconecto unos días para arreglar mi ordenador, rogamos disculpen las molestias. (Rogamos, disculpen, molestias...)
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