Podría decirse que Ernst Haas está entre Robert Capa y el hijo del primero, Alex Haas.
El padre hacía fotografías movidas veinte años más tarde que Capa. El hijo se encarga de la eliminación del objeto (creando otro nuevo) a pesar de que no tiene más remedio que nombrarlo fuera de la representación. Así, alguien que se interese por su obra, podrá saber que una fotografía de líneas horizontales corresponde a un campo o que otra de líneas concéntricas a una flor. Aún hay un espíritu nominalista, un resistirse al no objeto. Haas podría decir que fotografía vibraciones u ondas de algún tipo. Pero no: levanta la mano y con el dedo índice extendido dice: -flor, campo.
La foto de abajo está tomada ayer en Versalles. Es el Salón de los espejos. Sin ánimo de hacer comparaciones, no por falsa modestia sino por auténtica prudencia, qué se gana con decirlo.
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