13/10/13

De Guizhou a La Mancha II






















"Señores, yo soy un pobre ganadero de ganado de cerda, y esta mañana salí de este lugar de vender, con perdón sea dicho, cuatro  puercos que me llevaron de alcabalas y socaliñas poco menos de lo que ellos valían; volvíame a mi aldea, topé en el camino a esta buena dueña, y el diablo, que todo lo añasca y todo lo cuece, hizo que yogásemos juntos; pagéle lo soficiente, y ella, mal contenta, asió de mí, y no me ha dejado hasta traerme a este puesto. Dice que la forcé, y miente, para el juramento que hago y pienso hacer: y ésta es toda la verdad, sin faltar meaja".

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