14/1/13

Cartas a un padre moderno


Ken publica este año las cartas que Mozart escribió a su padre desde 1777 hasta 1787. El libro está ilustrado por Paco Polán. Ramón Andrés ha escrito para esta edición un epílogo que funciona como el segundo final de una buena novela. El primero es la última carta.

La correspondencia unívoca obliga a intuir la los razonamientos y exhortaciones de Leopoldy pone a la vista no solo las relaciones paterno filiales sino las de los amigos, músicos, nobles, alumnos y compañeros de viaje que Mozart conoció durante 10 años. Las ciudades europeas quedan retratadas conforme a su amor o desprecio por la música. Las costumbres, el estado de la medicina, las miserias del arte o el constante cambio del concepto de Europa se muestran con claridad a través de detalles insignificantes; lo mismo que las obras del artista y su forma de componer.

El Epílogo de Ramón Andrés es la clave del libro, al menos para quien no es un especialista en la historia del XVIII. el aire finisecular que transmiten las cartas, queda explicado de forma meridiana y convierte al libro en algo completamente distinto a lo que se ha leído. Estamos frente a un tiempo nuevo; frente a nuestro propio tiempo.

Las acuarelas de Paco Polán se corresponden con una serie que desarrolla hace tiempo: utiliza como excusa -creo- un ejercicio que busca, de forma más o menos razonable, los colores adecuados para utilizar después en una obra determinada. Se dibujan unos cuadraditos en un papel y se van rellenando con distintas mezclas  para compararlas.  El ejercicio puede resultar hipnótico por su tendencia al infinito. Hay un retrato de Constanza Weber y otro de de la Señora Von Trattner cuya retícula parecen haberse convertido en píxeles humanizados.  Unidades mínimas de información que, a su vez, contienen matices.

Cartas al padre
Wolgang Amadeus Mozart
Editorial Ken


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