Grandes ventajas de la falta de criterio

Un hombre sin convicciones es como un globo aerostático: las corrientes de aire lo arrastran sin rumbo dependiendo de la altura a la que se encuentre. Feliz, sin resistencia ni ruido, el hombre sin convencimientos se ve empujado en cualquier dirección. ¿No invita la lectura del blog de  Mikel Urmeneta  a viajar al sur? Y los consejos del ministro de Turismo, ¿No son la excusa perfecta para atravesar la frontera? Las palabras de José Manuel Soria son el soplo de Céfiro, capaces de propulsar a cualquiera que las lea a las deliciosas playas de  Hossegor o Capbreton donde el agua está a la temperatura ideal, no hace calor y si quieres soledad, quince minutos de paseo no bastan para ver a otro ser humano. "Cuando nos visitan 57 millones de turistas cada año -decía el ministro-, no pueden estar equivocados (sic). A lo mejor los equivocados somos nosotros, que en vez de muchas veces quedarnos (sic) a hacer turismo dentro de España nos vamos a lugares recónditos del mundo (sic)”. Sople ministro, sople.