10/3/12

No cruces las piernas, vida mía



Estos días atrás he caído en la fascinación del maestro Joao. Sus labios hipnóticos, gordísimos como plátanos canarios, su piel estirada su secretaria tipo, Sarah Palin, sus decretos, su tijera: corto malo y entra lo sano. Por Dios ¡Qué maravilla! No creo que haya un espectáculo televisivo comparable. Si me dijeran que las llamadas son un montaje me lo creería. No cruces las piernas vida mía. Que Dios te bendiga porque yo, ya lo he hecho.

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