Creo que llegué a preparar tres o cuatro documentos con una vietnamita. No he encontrado una sola foto en la red. Tinta y manivela. Casi-Guttenberg portátil. Buenos tiempos para la lírica.
Este modelo de Xerox es algo anterior a la copiadora con la que trabajaba los veranos. No le acoplaron un clasificador hasta mucho después y el alimentador era cosa de ciencia ficción. La tapa estaba hecha de una goma gruesa y resistente. Si colocabas un libro más pequeño que el cristal de exposición, la luz se escapaba hacia las paredes y teñía el cuarto de verde marciano. La dejaba funcionando para hace otras cosas y a la vuelta, el rítmico resplandor iluminaba toda la oficina: zas-zas-zas.
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