Los guantes

Llevo una bandolera que uso con poca frecuencia. Tiene muchos bolsillos y nunca acierto a poner  cada cosa en su sitio. Todo acaba en un gurruño: la cámara de fotos, la libreta, las llaves, los guantes. Me la quito de encima y la apoyo sobre un escenario callejero para ordenar el contenido. Dejo sobre las tablas todos los objetos que llevo en la bolsa  sin darme cuenta de que al lado hay otra mochila abierta. Intercambio los contenidos de una y otra. Mientras tanto salen al escenario los componentes de un grupo de jazz. Uno de ellos es un contrabajista chino muy conocido. Le he visto antes en un par de actuaciones. Tiene claro cuál era su vocación. Es un hombre tranquilo y parece feliz. Busco los guantes porque hace algo de frío. Los he puesto  en la mochila que no es mía, junto al cargador de la cámara de fotos. Me doy cuenta de que se me ha pasado la cita que tenía para una una operación quirúrgica de poca importancia.