Hay en esta foto de Todd Hido algo que me recuerda a Cartier-Bresson. No es, claro, la manera de enfrentarse al sujeto. Es otra cosa. Ya lo encontraré, ya. Aparte de esto, Hido y Crewdson, precedidos por Erwin Olaf, extienden un panorama americano de de una belleza casi hostil. Es un terreno bien conocido y sin embargo siempre bello: los bordes de la ciudad en medio de la crisis. Lo que se sólo se entevé, incluso lo que no se verá. Hablamos.
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