Harry Frankfurt, el autor de On Bullshit, tiene un librito titulado Sobre la verdad. No es fácil estar de acuerdo con todos sus postulados. Su intento de reducción de la verdad a elementos inamovibles es de agradecer pero choca con lo que no nombra. Cierto que los hechos se producen fuera de nosotros mismos y que si no somos conscientes de esto, corremos peligro. Cierto que la verdad se construye con los hechos. Pero una seguridad absoluta se obtiene sólo a pie de obra y ni aún así. Cuántas veces hemos olvidado, recreado, reconstruido a nuestro antojo o al de nuestro inconsciente aquello que vimos o que no vimos. Cuántos testigos que sólo escucharon el golpe de los dos coches y luego giraron la cabeza creyeron sin embargo haberlo visto todo. Tal vez la verdad está ahí fuera pero Frankfurt obvia todas las corrientes filosóficas y científicas relativas a la percepción. Él quiere una verdad utilitaria, hechos "obstinados e independientes". Todos los queremos pero olvida que la mera observación los modifica.
Sólo los párrafos dedicados al dolor de la traición por el amigo son irrebatibles. La verdad en la amistad –mucho más que en el amor- sí resulta irreductible.
Sólo los párrafos dedicados al dolor de la traición por el amigo son irrebatibles. La verdad en la amistad –mucho más que en el amor- sí resulta irreductible.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNada más subjetivo que los hechos. Ya lo dijo Nietzsche, no hay hechos, solo interpretaciones. El mero hecho de decir que es un hecho es un hecho, ya es una subjetivación de algo.
ResponderEliminar¿El pensamiento un hecho? ¿Este comentario es un hecho? ¿Es real, es virtual? Si tan fácil es hablar de hechos, ¿por qué la Justicia se mete siempre en tantos líos y hay tantas polémicas? Dar tanta primacía al hecho es propio de mentes decimonónicas, señor con nombre de salchicha (eso sí que es un hecho, aunque también lo es que su nombre es una ciudad).