23/7/09

Groenlandia



Algo más allá del terrazo bajo cero, frente a las costas de la península del Labrador, las nubes y el hielo hacían dibujos sinuosos. Me instalé definitivamente en los asientos que usan las azafatas para el despegue y el aterrizaje y estuve contemplando el paisaje hasta San Francisco. Entre película y película, los televisores informaban de la distancia recorrida sobre el mapa del mundo y conforme el trayecto se acortaba aparecía el nombre de los lugares sobre los que volábamos. Volar es algo cierto y a la vez parece que no está sucediendo. Sólo una placa atornillada junto a la escalera que da acceso a la clase preferente daba razón de que aquello tenía visos de verosimilitud. La inscripción celebraba el primer vuelo del aparato de Londres a Hong-Kong en 1992. El 747 seguía en uso. Yo iba dentro. Me pregunté por el plan de revisiones de KLM .

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