Procesando

Velázquez, Ortega y Gasset y Oteiza. Un texto de Gabriele Finaldi me puso, hace meses, en la posible pista de la antirrelación de los tres. Finaldi discutía la afirmación de Ortega según la cual los personajes del pintor no tienen “ninguna impresión mística de trascendencia”. Esta negación me interesa.

Sin tiempo para nada, lo dejé pasar, pero cada vez que entro en la Fundación Oteiza y veo el Homenaje a Velázquez me vuelven el recuerdo. Tampoco me animaba la foto de Ortega con Heidegger en aquel congreso de arquitectura postwar: ambos ríen felices. Subjetivismo, supongo. Los prejuicios renales, que raspan un poco.

Leo ahora los papeles de Velázquez de Ortega . Es un castellano que fluye con enorme facilidad. Lo recordaba distinto en lo poco suyo que había leído; hace tanto. Es profundo, exacto, elegante y descarnado, y la diferencia en la manera de encarar el problema entre el historiador y el filósofo salta la vista. Sólo por la forma en la que desvance el mito según el cual Velázquez "pinta el aire", merece la pena leerlo. Su contraposición entre realidad e idea, aplicada a la pintura, es magnífica y la deriva hacia la falta de trascendencia, puramente lógica.

La edicicón es muy completa. Recoge los papeles de Velázquez y Goya y la conferencia en San Sebastián. Extraña que sea sólo la primera reedición

La feria del libro ¡Ay! ¿Para cuándo la década del libro?