21/6/08

La franja



Si hay un día en el que se me hace presente que la vida es efímera, ese día es hoy, cualquier veintiuno de junio. Por simple probabilidad es más fácil que caiga en día laboral. Hoy es sábado. Hoy, con un poco de suerte tal vez suba a un descampado con una tumbona de esas que usó Javier Muro para ganar la bienal de Tarragona y me siente a mirar la inacabable agonía de la luz. El día más largo. Pero también el último día más largo. Ayer, de vuelta a casa con El Peri, la resistencia al azul índigo del horizonte produjo toda clase de colores: desde el naranja ING al verde Heineken. Todos comprimidos en una franja que no tendría de ancho más de un dos por ciento del total del campo de visión de mis ojos. Íbamos alegremente charlando de pintura. Yo tiraba fotos con el móvil y de repente me dormí.

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