8/6/08

Arrivals


Esta foto de J.L a su vuelta de Roma confirma la idea de que tres días fuera de casa hacen mucho bien.

La mirada sobre la mirada. Hay algunos cuadros de Gaya que, como todo lo suyo, están entre el respeto y la cercanía al objeto retratado. A Gaya le pasa que en México y en Roma no necesita la intermediación del espejo. Aquí, en esta foto, J.L. se retira para mirar a través de la arquitectura y el espejo de Gaya se convierte en un óculo delante de otro: el de la cámara; una distancia que va más allá de la composición. Y lo oblicuo de nuevo: un pasar, que es tal vez nuestro sino en relación a lo clásico. Ya se recogía por aquí la cita de Adorno en el libro de Settis El futuro de lo clásico:

"El valor absoluto del fragmento se convertía así -escribió Theodor Wiesengrund Adorno- en carácter constitutivo de la «modernidad»; precisamente (como escribió Paul Valéry) porque el fragmento tiene dentro de sí una carencia invencible, el germen de algo, «algo que vale más que un significado, el anhelo obsesivo de ser completado», la elocuencia perentoria de lo incompleto. La condición de fragmento intensifica el sentido, aguza la mirada del observador; en suma, es «moderna»."

No hay comentarios:

Publicar un comentario