Taschen smiley maledicta

En la librería tomé un ejemplar del catálogo de Taschen otoño / invierno 2007. Hay una edición de The Nuba of Kau Leni Riefenstahl que tiene buena pinta. (Trop cher pour un cadeau.) Siendo la editorial alemana, extraña sobremanera que en las ilustraciones en las que aparecen genitales o pezones, éstos sean tapados por unos ridículos smiley. Y no me refiero sólo a los libros de la colección Sex o al Shoot Yourself de Uwe Ommer. En la portada del catálogo - un detalle de la Capilla Sixtina- el pene de un condenado es púdicamente cubierto por otro emoticón. El miembro en cuestión está siendo mordido por una serpiente, así que es el emoticón el que parece estar a punto de ser devorado: un lío. (Todo esto sucede en el papel. La censura no parece asunto de la red.)


Le estaba echando un ojo al capítulo las siete palabras que no se pueden pronunciar en televisión del último libro de Steven Pinker, al mismo tiempo que miraba las ilustraciones de Taschen. habla Pinker de una revista cuya reseña se puede leer en internet. Es una publicación para tener a mano en compensación por lo anterior. Todos los insultos del mundo, todas las palabras malsonantes, las maldiciones gitanas, los tacos lunfardos, cualquier barbaridad que a uno se le ocurra se registra número tras número en el Maledicta Journal. En vez de ofender a nadie soltando un exabrupto bastará, por simple ósmosis, con posar la mano sobre los ejemplares del Journal mientras miramos al sujeto o hablamos con él por teléfono. Como los cilindros de los mantras tibetanos, será suficiente el contacto físico para que se desprenda del papel el poder de la palabra escrita.

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