20/11/07

El carro de las diapositivas.

Veo entre el personal un cierto gusto retro por mostrar las fotos de los viajes. Creía que el asunto estaba ya superado. Pero no. Volvemos al tiempo de las filminas que sufrimos en silencio y que dieron lugar a murmuraciones, insultos y, más tarde, a monólogos humorísticos. El calor del foco, la mano del encargado del proyector recolocando una imagen que estaba cabeza abajo, el fogonazo blanco sobre la pared cuando llegaba el final del carro.
Todo vuelve. Bueno, puestos a volver, yo prefiero un correo electrónico con un enlace a Flickr y así el destinatario es libre de ver lo que quiere cuando quiere. Si se desea exactitud en las coordenadas, Panoramio y si uno busca adornarse en la suerte puede probar con esto.


1 comentario:

  1. Señor de Passy: Por favor, que no vuelvan nunca los carros de diapositivas y las proyecciones a los amigos. ¿Cuándo se es tan amigo de alguien como para poder solicitarle, incluso con brutalidad, pero sin que se resienta la amistad, que por los clavos de cristo no vuelva a sacar nunca más el puto carro y las diapos del Machu Pichu o Venecia o Nueva York?

    Señor, estoy tan atareado que no saco tiempo para mirar el diario de navarra. Sí le adelanto una obviedad: los periódicos en papel y de pago tienen un problema muchísimo más profundo, de futuro, que el que pueden solucionar unos tipos (duros) de letra o unas disposiciones más o menos novedosas sobre la página. Bueno, no digamos la recuperación de una mancheta del tiempo de maricastaña. ¿Por qué han vuelto las mayúsculas en el nombre del periódico? Qué va, el problema es otro, no de diseño.
    Suyo afectísimo.

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