19/7/07

A favor de Tusenbach

Estimado sr. Vidal:

Me permito dirigirle estas líneas mientras preparo una imagen relativa a la representación de las tres hermanas de Chejov.

He leído la obra meses después de ver la representación y del agradable encuentro en el que usted nos explicó tan concienzudamente la estructura de la narración, los personajes y los apoyos en los que se sustentan sus acciones. Tanto entonces como ahora he sentido que, casi al final, hay un extraño hueco que Chejov deja sin completar, al desgaire, como por despiste. No sé a usted, pero a mí me resulta muy extraña la escasa importancia que Chejov concede a la muerte en duelo –por no decir al asesinato- de Tusenbach.

El autor parece olvidarse del asunto antes incluso de que el cadáver se enfríe. Se olvida el autor, se olvidan las tres hermanas y el resto de los personajes. Sobre todo las tres hermanas a las que Chejov tiene reservada esa escena final que es la que le hace alejarse tan rápidamente del lugar del crimen.

Puede entenderse este desprecio en Solióni: al fin y al cabo es su tercer duelo.

Viejo, te intranquilizas en vano. Me contentaré con poca cosa: le pegaré un tiro como si disparara contra una perdiz. (Saca un frasco y se perfuma las manos.) Hoy me he echado a las manos un frasco entero de perfume y aún huelen. Me huelen a cadáver. (Pausa.) ¿Recuerda esos versos? “Y él, rebelde, busca la tempestad, como si en las tempestades se encontrara la paz…”

Esto está bien. Ya sabemos como es Solióni, pero ¿Por qué las tres hermanas, especialmente Irina, pasan sobre el asunto de puntillas? Irina deja claro que no ama a Tusenbach, pero al menos ¡un poco de piedad! Irina se conforma con un Lo sabía, lo sabía. Es como si Chejov quisiera despejar la pista para el despegue. Le sobra todo, le sobra especialmente el cadáver inerme de Tusenbach, así que se olvida de él sin contemplaciones, para que Olga abrace a sus hermanas y prenda la mecha de la traca final.

Oh, mis queridas hermanas, nuestra vida aún no ha terminado. ¡Viviremos! ¡Esa música es tan alegre, tan gozosa! Un poco más, y sabremos para qué vivimos, para qué sufrimos…¡ Si pudiéramos saberlo, si pudiéramos saberlo!

Y esto, querido amigo Vidal, no me acaba de cuadrar. En una obra en la que se repasan las relaciones humanas de semejante forma, en la que casi nada queda por decir, ni acerca del trabajo, ni del amor, ni del dinero ¿cómo se convierte en un recurso teatral la referencia a la muerte? Es cierto que los duelos eran legales en la época en la que se desarrolla la obra gracias a un decreto de Alejandro III, pero de Chejov no esperamos legalidad; esperamos otra cosa.

Uusted ya me conoce. Para ilustrar el asunto me saldré por la tangente y hablaré de Tusenbach, de su asesinato, del lugar exacto en el que murió. Un claro cerca de las vías del tren, no muy lejos de la estación de una ciudad de provincias a cien kilómetros de Moscú. Eso me interesa finalmente: el olvido de los otros, lo que se aparta para que no moleste, los restos de un pobre desgraciado que sale camino de la muerte sin ser amado y sin el consuelo de una miserable taza de café:

IRINA- Iré contigo
TUSENBACH (alarmado)- ¡No, no! (Se aleja rápidamente;
en la avenida, se detiene.) ¡ Irina!
IRINA- ¿Qué?
TUSENBACH (sin saber qué decir)- Hoy no he tomado
café. Di que me lo preparen... (Se va rápidamente.)


Reciba un atento saludo de su amigo

2 comentarios:

  1. Anónimo18/7/07

    Mon cher ami:
    Je viens d'arriver d'Avignon, donc j'ai vu un espectacle unique, incroyable, merveilleux: Les ephemères, de Ariane Mnouchkine, avec sa compagnie: le Théâtre du Soleil. Huit heures du théâtre et plus. On parlera de ça. Alors, je m'excuse de dilatter ma réponse à votre gentil comentaire.
    En ce qui concerne Tusenbach et le final de Trois soeurs..., vous avez raison. Chéjov abandone à Tusenbach pour béneficier son texte d'un final que risque d'être un peu grandiloquent, solennelle, retentissant. J'ai essayé d'éviter ce risque et travailler un final que je crois qu'on doit jamais changer, un final avec les trois soeurs un peu folles, un final dans un certain sens déboîté, rude, dont l'espoir n'a presque rien a faire.
    Par rapport a son travail, je loue son idée de centrer le travail dans la personne de Tusenbach et son infortuné final. J'espère que vous tiendrez compte des circonstances de sa mort en automne, dans la fôret, près du rivage, et avec des militaires. Vous avez choisi le héros de cette pièce: mes félicitations.
    Bien cordialement,

    ResponderEliminar
  2. Estimado sr. Vidal:

    Gracias por su contestaci�n. Espero ver pronto por estos pagos "Les ephem�res".

    Me ha alegrado saber que est� de acuerdo conmigo as� que voy a enviar la imagen a los talleres de Madrid que se encargar�n de su impresi�n. En breve colocar� una entrada en este blog con una miniatura de la misma.

    �Nos vemos ma�ana? Espero que haya recibido la invitaci�n.

    Reciba un cordial saludo de su amigo

    ResponderEliminar