Esmeraldas

Esta mañana, a primera hora, acompañado del editor Ayacam, estuve viendo máquinas reproductoras de microfilms. Apenas tienen diez o quince años y ya casi no se usan. Parecen haber sido fabricadas en la Alemania del Este. He pedido a un bibliotecario que encendiera por favor una de ellas sin introducir ninguna microficha y que apagara las luces de la sala de la biblioteca. La pantalla de la máquina ha emitido entonces una luz verde esmeralda, apenas enturbiada por restos de polvo y pelillos ampliados por la lente. Era un verde extraordinario contrastando con la oscuridad de la sala y la escasa luz del amanecer. Desde la parte inferior de la máquina, la luz de la bombilla se reflejaba en la formica de la mesa y producía un intenso halo naranja. La cosa sirve a mis intereses, aunque esto es todo de momento.