Me dan envidia los que no dudan. No los que no han tenido dudas, sino los que ya no necesitan de su apoyo. El pintor X, por ejemplo, dice que no duda cuando pinta. Es más: dice que no piensa. Sin embargo no puede decirse que sus cuadros sean automáticos, a la manera de Hartung. Luego, algo habrá. Algo que ya no necesita se pensado. Una estructura intelectual (¿o una habilidad manual?) que funciona por sí misma. Podría decirse que esto es un riesgo, pero también es un flotador. Está bien saber qué sabemos hacer. Cuando se está en alta mar, no es fácil deshacerse del flotador. Hay que mover las piernas con la suficiente fuerza como para que el tronco esté fuera del agua y el golpe del brazo sea efectivo. Aún así no conseguiremos un gran lanzamiento. El flotador quedará a una distancia moderada. Si nadáramos un poco, lo alcanzaríamos enseguida
Y sin embargo, que tiempos aquellos en que nadábamos con potencia y soltura, y ganábamos la otra orilla del mar sin apenas cansancio.(Y sin flotador, of course)
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