Whistler pronunció su frase hace cien años. sin embargo para mí -que no la conocía- es como si la hubiera formulado ayer por la tarde. Es decir: supone una traslación del suceso, desde el acontecimiento mismo a la creación de la obra. Whistler equipara el acontecimiento a su... ¿reproducción? porque en ambos existe un temblor, ambos están dotados de una gracia incluso cuando el suceso parece carecer de esa gracia.
Los puentes de Whistler son artefactos modernos muy poco pictóricos. Sin embargo él los utiliza sin rubor para sus nocturnos con resultados sorprendentes. En la falta de interés del objeto y su representación alientan ese mismo "suceder", si ponemos en contacto lo dicho por el pintor inglés y la teoría del suceso explicada por Russel.
No soy yo quien se refiere a la alegría de pintar, sino un comentarista a cuyo texto se accede a través de uno de los links de la anterior entrada, pero el gozo parece asomarse a ese "suceder" de Whistler. Ese gozo que, para quienes apenas llegamos a la concentración, quisiéramos a la hora de pintar.
Danto dice que la obra de arte debe referirse a algo y representar ese algo.Y pone como ejemplo la caja de "Brillo" de Warhol. Tal vez ahí esté la solución. O tal vez, simplemente, formula una relación entre objeto y obra que llevaba años intentando reventar las costuras del arte.
Antes de que se atomice la idea del arte pop, (al contrario que usted, yo no creo que esto vaya a suceder) podemos hablar de un aglutinante que la mantega en su actual unidad: la percepción del suceso como algo digno de ser representado, exprimido y transformado.
Ahora bien: para mí el suceso tiene un carácter autónomo que lo hace indpendiente de la obra de arte; Creo que ahí esta la diferencia a la que no renuncio.(Aunque por el momento necesite - como diría Baudrillard- una prótesis en forma de representación. El suceso podría ser la forma de arte que combinara dos conceptos antitéticos: precio y originalidad. La renuncia a reproducirlo haría de cada obra algo único y gratuito. Pero esto ya es historia.
A próposito de todo esto, no le habrán pasado despercibidas las serias críticas que la exposición "El arte sucede" ha recibido estos días en la prensa española.
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