29/9/05

Burguesía

Conocí a Genovés en una exposición, hace ya unos años. Es un hombre educado. Me pareció algo tímido. Con el derecho del burgués que compra una litografía me permití preguntarle por qué seguía pintando las mismas cosas que pintaba en el franquismo. No estuve impertinente, pero anduve cerca. Fue muy lacónico; dijo algo así como “¿Por qué no?” Entendió que quería decirle que su pintura estaba fuera de lugar, que había agotado un ciclo, pero no se inmutó. Posiblemente pensó que no tenía sentido enzarzarse con el primero que le reprocha sus repeticiones. A pesar de todo, compré, compramos J.C. y yo, dos litografías estupendas que a mi me recuerdan los tiempos de las carreras delante de los grises o la caída de Allende a manos de Pinochet. La vida: corres delante de la policía para acabar apreciando las estampas que recrean esa imagen de la multitud achuchada por las fuerzas del orden público.


Me he acordado de todo esto viendo en TVE internacional las imágenes tomadas con las cámaras de seguridad de la valla de Melilla. Las cintas están compuestas por fotogramas sueltos; tal vez tres o cuatro por segundo. Cada uno de ellos es un cuadro de Genovés. Tal vez él tuviera razón y su pintura sea ahora tan vigente como entonces. Yo lo dudo. Es más estético en el peor sentido del término, parece que su camino está agotado, pero viendo la televisión he recordado sus cuadros, sus razones, su timidez y su falta de ganas de discutir con el primero que se le acerque.

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