25/8/05

Dos museos

En los arrabales de Long Island, cerca del East River, están dos museos muy apartados del circuito turístico y muy recomendables. Uno es el de Isamu Noguchi. El edificio es muy sencillo, sin estridencias. Hay una zona semicubierta fabricada con bloque de hormigón, otra algo más noble para las maquetas y esculturas delicadas y un jardín japonés. Aquí, en un rincón de Nueva York dejado de la mano del urbanismo, pueden verse algunas piezas estupendas del escultor y las maquetas de sus intervenciones arquitectónicas, como el jardín del Chase Manhattan Bank.



El otro es el PS1. La escuela pública nº 1, abandonada y reconvertida para albergar las últimas adquisiciones del MOMA. La escuela está casi como estaba. Han pintado de blanco los ladrillos y retirado las puertas de algunas aulas, uniendo otras que forman salas mayores. Se ve que es un edificio que sirvió para un fin y ahora para otro, sin que hayan hecho falta grandes dispendios o ser especialmente original en la reconversión. De esta forma, parece que mostrar qué se está haciendo hoy en el mundo de la plástica es relativamente sencillo en cuanto al equipamiento necesario. Aunque esto no sea cierto del todo. Sorprende además el desarrollo de las ideas de quienes exponen; da la sensación de que juventud y seguridad en si mismos van de la mano.

El barrio es una cochambre: algunos garajes, negocios cerrados y casas bajas junto a rascacielos mal ubicados. Por el contrario, se puede comer bien y los contrastes merecen la pena.

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